Gilberto P. Miranda. Politólogo y Director Creativo de 26 Norte, agencia especializada en desarrollar narrativas visuales y estrategias de comunicación.

¿Y si nos va mejor pagando mejor? Analizamos el salario como una inversión inteligente para fortalecer la economía de las familias y mejorar el desempeño de las empresas.
“Llegar a fin de mes”, “ya es quincena”, son expresiones populares sobre el salario que comparten algo en común: la presión que significa para muchos trabajadores y sus familias poder cubrir sus necesidades.
De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hablar de un salario digno significa una percepción salarial que “proporciona a los trabajadores y sus familias un nivel de vida decente. Esto incluye poder cubrir necesidades básicas como la alimentación, la vivienda, la atención médica, la educación, el transporte y la ropa”.
Más allá de una cifra en la nómina, el concepto de salario digno representa una visión más humana y sostenible del empleo.
Incluso en un estado como Nuevo León, reconocido por su dinámica económica, el 60% de los trabajadores no logra cubrir sus necesidades básicas (INEGI). Es evidente que algo debe cambiar.
Pero, ¿qué implica avanzar hacia un salario digno, y por qué podría ser una de las decisiones más acertadas para las empresas hoy? ¿Cómo empezamos a analizar el tema desde el sector privado?
En Nuevo León, un grupo de empresas y organizaciones han estado trabajando en impulsar el salario para una vida digna.
Desde la plataforma Empresa Contigo, están participando la Iniciativa Capitalismo Social, el Centro de Empresas Conscientes del Tec de Monterrey, Capitalismo Consciente Capítulo México, Consejo Nuevo León y empresas como Merco y KEY Química.
También participan organismos del sector privado como Coparmex Nuevo León, CAINTRA, CANACO Monterrey, INDEX Nuevo León, ERIAC, Amedirh y FEHDE.
Es momento de abrir la conversación.
Los salarios en México hoy: un reto urgente
El problema del salario en México se ha venido gestando por décadas. En particular, entre 1988 y 2018, el salario mínimo se mantuvo prácticamente estancado. Esto significó una pérdida del poder adquisitivo acumulada por al menos 20 años, pues la inflación siguió su curso (México Cómo Vamos).
De 2018 a 2024 se ha observado una recuperación del salario, creciendo en 110% en términos reales (INEGI), lo que redujo el número de trabajadores en precariedad laboral.
Sin embargo, aproximadamente el 41.9% de la población vive en situación de pobreza, lo que indica que una gran parte de los trabajadores no puede cubrir los costos de la canasta básica, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Para 2025, el salario mínimo en México es de $278.80 al día en la mayor parte del país y $419.88 en la Zona Libre de la Frontera Norte. Sin embargo, estas cifras están lejos de cubrir el costo de vida real en Nuevo León.
El salario de subsistencia, es decir, para satisfacer las necesidades básicas como alimentación, higiene y vivienda, asciende a $10,000 mensuales para una persona trabajadora con un dependiente. Y si hablamos de salario para una vida digna, que además de cubrir rubros como educación y transporte, considera un margen para imprevistos, se eleva a $15,000 mensuales brutos.
Esto implica que una familia de cuatro integrantes -dos personas trabajadoras y dos dependientes- requiere 30,000 mensuales para acceder a una vida digna. Si bien este cálculo podrá variar de acuerdo al costo de vida en cada estado, nos da una referencia para Nuevo León.
Si bien es cierto en el estado prácticamente no hay empresas que paguen el salario mínimo, la invitación es a cambiar el enfoque: analizar la distancia que hay entre lo que perciben actualmente los trabajadores y el salario que necesitan para una vida digna.
Y por supuesto, ligar este análisis a problemáticas que hoy enfrentan las empresas, como el alto grado de rotación. De acuerdo a una encuesta realizada en 2024 por CAINTRA, el 68% de los trabajadores de la industria de la transformación busca un cambiarse de empleo para obtener un mejor salario.
Nos va mejor pagando mejor
Adoptar un esquema de salario para una vida digna es una decisión estratégica que genera impactos positivos a corto, mediano y largo plazo, tanto a los trabajadores y sus familias, como a las empresas. Estos son algunos de los beneficios más destacados:
1. Mejora en la calidad de vida de los trabajadores y sus familias
Permite a las familias cubrir sus necesidades básicas, comprar alimentos más saludables y tener capacidad de reacción ante imprevistos e incluso, de ahorro, lo que impactará en una mejor movilidad social.
2. Aumento en la productividad
Un colaborador que no tiene que preocuparse por cómo llegar a fin de mes es un colaborador que puede enfocarse completamente en su trabajo. Esto se traduce en menor estrés, mayor eficiencia, mejor desempeño y una actitud más positiva en el lugar de trabajo.
3. Reducción de la rotación
El 72% de los trabajadores en México están insatisfechos con su salario actual, según un estudio de PageGroup. Implementar salarios competitivos no solo fideliza al talento, sino que también reduce los costos asociados al reclutamiento y capacitación de nuevos empleados.
4. Mejora del clima laboral
Un salario digno genera motivación y compromiso en los equipos de trabajo. Esto fortalece el sentido de pertenencia y crea un entorno más colaborativo y armonioso.
5. Fortalecimiento de reputación empresarial
Las empresas que adoptan prácticas responsables, como el pago de salarios dignos, son percibidas como líderes en su sector. Esto no solo atrae y retiene talento, sino también clientes y socios que valoran la responsabilidad social corporativa.
¿Por qué actuar ahora?
La política de aumento al salario seguirá durante el actual gobierno federal. La presidenta Sheinbaum estableció metas ambiciosas para el salario mínimo: llegar a $11,295 mensuales para 2026 y $15,000 para 2030. Este aumento busca garantizar que ningún trabajador formal viva en condiciones de pobreza.
Para las empresas, esta es una oportunidad de adelantarse a los cambios y liderar el camino hacia un mercado laboral más justo. Adoptar un salario digno de manera proactiva permite una transición ordenada, evitando ajustes precipitados que puedan afectar las operaciones.
Cómo implementar un salario digno en tu empresa
La mejora salarial es un camino gradual, lo importante es empezar. Cada empresa realizará su análisis para evaluar cuándo y cómo puede empezar a implementar esta política.
Transitar hacia un esquema de salario digno puede parecer desafiante, pero con un plan bien estructurado, es viable. Estos son los pasos clave para comenzar:
1. Diagnóstico inicial
Analiza la nómina actual y determina cuántos colaboradores están por debajo del salario de subsistencia y del salario digno. Esto te dará una visión clara de las brechas salariales en tu organización.
2. Evaluación de impacto
Calcula el costo de los ajustes salariales y evalúa cómo estos pueden ser absorbidos de manera gradual. Considera también los beneficios a mediano plazo, como la reducción de la rotación y el aumento en la productividad.
3. Diseño de un plan progresivo
Define metas concretas y plazos realistas para alcanzar el salario para una vida digna en tu empresa. Por ejemplo, podrías establecer un aumento gradual en un periodo de 2 años.
4. Comunicación transparente
Comparte con tus colaboradores los avances y las razones detrás de esta transición. Esto fortalecerá la confianza y el compromiso del equipo.
Conclusión: hacia un esquema donde ganemos todos
Un salario digno no es un gasto, es una inversión en el futuro de tu empresa y del país. Garantizar que tus colaboradores tengan un nivel de vida decente no solo mejora su bienestar, sino también impulsa la productividad, la lealtad y la reputación de tu organización.
Al mismo tiempo, permitirá construir un mercado interno más fuerte, impulsar la consolidación de la clase media y tener mejores condiciones para el desarrollo. El empresariado de Nuevo León puede convertirse en ejemplo de esto, como lo ha sido históricamente.
En un mundo cada vez más competitivo, las empresas que adoptan prácticas responsables son las que lideran el cambio y tendrán mayores posibilidades de éxito en el mediano y largo plazo.
Se trata de ganar todos, trabajadores y empresa. Por eso decimos que nos va mejor pagando mejor ¿tú qué opinas? Abramos la conversación.
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