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Fratelli Tutti: de la crisis a la fraternidad

Foto: Reuters

Este artículo es parte de Capitalismo Futuro, una sección de la Iniciativa Capitalismo Social para destacar las principales ideas y tendencias que impulsan la evolución del sistema por parte de pensadores e instituciones de alta influencia.

Si bien la Iniciativa Capitalismo Social  no está afiliada a alguna creencia o institución religiosa, destacamos a Fratelli Tutti como una contribución importante a los debates sobre la actualidad del capitalismo y sobre todo, cómo volverlo un sistema más humano, potenciada por la influencia del Papa tanto entre creyentes como de la opinión pública general.

Tiempo de lectura: 8 minutos

IDEAS CLAVE

01.

El individualismo desmedido y la indiferencia al sufrimiento en nuestros sistemas económicos son problemas morales que deben ser atendidos.

02.

La actividad del empresariado es virtuosa siempre y cuando permita el desarrollo de otros y ponga al ser humano sobre la rentabilidad.

03.

El COVID-19 nos ha mostrado la vulnerabilidad de nuestras comunidades, y es una oportunidad para ver más allá del individuo.

04.

El planeta es patrimonio de todos los seres humanos y deben compartirse responsablemente los recursos de la tierra.

A lo largo de más de casi tres siglos -la primera fue publicada en 1740- las encíclicas papales han definido el cuerpo doctrinario y la posición de la iglesia católica sobre problemáticas y realidades cambiantes de relevancia.

 

Aunque originalmente funcionaban como “cartas circulares” dirigidas a los obispos, las encíclicas comenzaron a tener cada vez mayor impacto en la opinión pública general, dado el rol de liderazgo sociopolítico que a través de la historia han jugado los papas.

 

Entre los ejemplos históricos está “Rerum Novarum”, publicada en 1891, donde León XIII abordó las condiciones de la clase trabajadora, la relación entre capital y trabajo en plena revolución industrial, tomando postura a favor de los derechos laborales y la importancia del sindicalismo, mientras rechazaba tanto el socialismo como el capitalismo sin restricciones, reafirmando el derecho a la propiedad privada.

 

El pasado 3 de octubre, el Papa Francisco publicó su tercera encíclica, titulada Fratelli Tutti (Hermanos Todos), abordando temas actuales como la pandemia del COVID-19, la desigualdad económica y las consecuencias éticas del capitalismo salvaje. 

 

De acuerdo a la Librería Editrice Vaticana (editorial oficial de la iglesia católica desde 1926), Fratelli Tutti es la carta encíclica “sobre fraternidad humana y amistad social”, cuyo título está inspirado en escritos de San Francisco de Asís.

Foto 1 y 2: NYT Foto 3 y 4: Reuters

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Si alguien cree que sólo se trataba de hacer funcionar mejor lo que ya hacíamos, o que el único mensaje es que debemos mejorar los sistemas y las reglas ya existentes, está negando la realidad

— Francisco I

Si bien la Iniciativa Capitalismo Social  no está afiliada a alguna creencia o institución religiosa, destacamos a Fratelli Tutti como una contribución importante a los debates sobre la actualidad capitalismo y sobre todo, cómo volverlo un sistema más humano, potenciada por la influencia del Papa tanto entre creyentes como de la opinión pública general.

 

Fratelli Tutti es un exhorto a que la comunidad internacional reconozca la fragilidad de los sistemas del mundo y que existen problemas cuya solución va más allá de apelar a la libertad de mercado. La encíclica denuncia al individualismo desmedido, a la indiferencia al sufrimiento de otros y a las separaciones artificiales que no permiten pensarnos como un colectivo.

 

Francisco I hace un llamado a ser críticos con los aspectos del sistema económico que han fallado, evitando caer en un “dogma de fe” y “un pensamiento pobre, repetitivo, que propone siempre las mismas recetas frente a cualquier desafío que se presente”, siendo particularmente crítico con las desigualdades que enriquecen a pocos y marginan a muchos.

 

Francisco afirma que se necesita una política económica proactiva que favorezca la diversidad productiva y la creatividad de negocios. Afirma que ser proactivos incluye escuchar a movimientos populares, sindicatos y grupos marginados, y crear políticas sociales y económicas más justas.

 

Ser proactivos también implica reconocer que los individuos no tienen un derecho absoluto a la propiedad, y que un bien común y un propósito social debe venir de compartir responsablemente los recursos de la Tierra, es decir, un enfoque sustentable, lo cual es de particular relevancia ante la crisis del cambio climático.

 

Además, la Encíclica explica que se requiere una reforma completa de las instituciones políticas y económicas para proteger a quienes han recibido los efectos más negativos de la pandemia por su vulnerabilidad económica y social. 

 

“Si alguien cree que sólo se trataba de hacer funcionar mejor lo que ya hacíamos, o que el único mensaje es que debemos mejorar los sistemas y las reglas ya existentes, está negando la realidad”, señala el pontífice. 

 

A continuación compilamos algunas de las ideas principales de Fratelli Tutti:

Lecciones para un mundo pos-COVID

 

Francisco I explica que la pandemia del COVID-19 creó, al menos temporalmente, un sentimiento y conciencia generalizada de la importancia del cuidado mutuo, al tiempo que mostró las vulnerabilidades de “nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades.” 

 

Entre las cosas que tomábamos por sentado antes de la crisis, era que el libre mercado y los avances tecnológicos aseguraban el futuro, pero “el golpe duro e inesperado de esta pandemia fuera de control obligó por la fuerza a volver a pensar en los seres humanos, en todos, más que en el beneficio de algunos”.

 

Para el Papa, esta coyuntura significa una oportunidad histórica para repensar la manera en la que vivimos en sociedad y los propósitos individuales que le damos a nuestras vidas. Sin embargo, es muy fácil que las lecciones de esta crisis, como muchas otras, se olviden en el paso de la historia si no se les da la importancia que merecen.

 

“Ojalá no nos olvidemos de los ancianos que murieron por falta de respiradores, en parte como resultado de sistemas de salud desmantelados año tras año. Ojalá que tanto dolor no sea inútil, que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros, para que la humanidad renazca con todos los rostros, todas las manos y todas las voces, más allá de las fronteras que hemos creado”, puntualizó.

 

El daño más grande sucedería si se mantiene un consumismo sin freno, sostenido por pocos, explica, porque desataría violencia: “El sálvese quien pueda se traducirá rápidamente en el todos contra todos, y eso será peor que una pandemia”, advierte.

 

La importancia de la actividad de los empresarios 

 

Para el Papa, la actividad de los empresarios “es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos”, ya que permite desarrollar las capacidades, llevar al progreso propio, y “fomentar las capacidades económicas y tecnológicas para hacer crecer los bienes y aumentar la riqueza”. 

 

Sin embargo, puntualiza que los empresarios deben canalizar su talento y sus capacidades para permitir el desarrollo de más personas y “la superación de la miseria, especialmente a través de la creación de fuentes de trabajo diversificadas”. 

 

Francisco I explica que la creación de empleo, en parte responsabilidad de este sector, contribuye a que los humanos se realicen a través de la dignidad del trabajo, ya que este permite un crecimiento personal, construir relaciones saludables, el intercambio de talentos, la autoexpresión, y el sentir una responsabilidad compartida como personas.

 

Durante una charla con los representantes del banco de inversiones Cassa Depositi e Prestiti, el Papa desarrolló la reflexión sobre el empresariado que publicó en la Encíclica: mencionó que el pensamiento cristiano no es incompatible con la búsqueda de rentabilidad, pero que sí se opone a la rentabilidad a costa de todo lo demás.

 

La búsqueda de retornos justos a la inversión por parte de los inversionistas de la iniciativa privada, dijo Francisco I, es entendible. Sin embargo, debe invertirse también en el “financiamiento de iniciativas dirigidas a la promoción social y colectiva”. 

 

Lo que no es justificable en ninguna medida, explicó, es convertir a los individuos en solo engranes en la maquinaria de rentabilidad, sujetos a procesos “que no pueden de ninguna manera controlar u oponer”. 

 

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El sálvese quien pueda se traducirá rápidamente en el todos contra todos, y eso será peor que una pandemia

— Francisco I

El concepto del desarrollo económico 

 

Fratelli Tutti contiene una fuerte crítica al sistema del neoliberalismo y cómo ofrece el mismo tipo de soluciones sin resolver las desigualdades que destruyen el tejido social de los pueblos alrededor del mundo. Critica, además, las especulaciones financieras que buscan enriquecer a ciertos sectores pero crean caos para todos los demás. 

 

Y, aunque el desarrollo económico es importante, “no debe orientarse a la acumulación creciente de unos pocos, sino que tiene que asegurar los derechos humanos, personales y sociales, económicos y políticos, incluidos los derechos de las Naciones y de los pueblos.” 

 

El Papa explica que el mercado nunca puede estar “por encima de los derechos de los pueblos, ni de la dignidad de los pobres, ni tampoco del respeto al medio ambiente, puesto que quien se apropia algo es sólo para administrarlo en bien de todas las personas”.

 

La libertad económica es una idea digna, afirma, pero si hay desigualdades en las condiciones de los pueblos que les restan acceso a todas las personas, se vuelve solamente un discurso declamado y no una realidad para el mundo.

 

Para resolver estos problemas, Francisco I prescribe un “Estado presente y activo, e instituciones de la sociedad civil que vayan más allá de la libertad de los mecanismos eficientistas de determinados sistemas económicos, políticos o ideológicos, porque realmente se orientan en primer lugar a las personas y al bien común.”

 

Fratelli Tutti se inscribe entre las voces que claman no solo por un sistema de libre mercado más justo que ponga a las personas en el centro, sino a la trascendencia de aprovechar la circunstancia histórica de la pandemia para construir un mundo mejor.

 

Puedes consultar la Encíclica Fratelli Tutti en español aquí.

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