Por: José Antonio Torre / Director del Centro para el Futuro de las Ciudades del Tec de Monterrey
Nuestro mundo urbano
En las últimas décadas, el mundo ha experimentado un proceso de urbanización acelerada que ha convertido a nuestras ciudades en el espacio donde ocurren los principales eventos políticos, sociales y económicos que moldean nuestra sociedad. A partir de 2007, más personas viven en ciudades que en áreas rurales[1]. Actualmente, las ciudades albergan a más del 56% de la población mundial; para el 2050, se proyecta que alcance el 68%[2].
Según las Naciones Unidas (ONU), el 95% del aumento de la población ocurrirá en los países en desarrollo en las próximas décadas.
En América del Norte, esta tendencia es más acentuada que en otras regiones. En los Estados Unidos, el 80% de la población vive en ciudades[3], el 81% en Canadá[4] y el 79% de los mexicanos vivimos en áreas urbanas[5].
Este crecimiento urbano no es fortuito. Las ciudades generan economías de aglomeración y escala, lo que significa que la concentración de personas, infraestructura y otros activos conduce a ganancias en productividad e innovación[6]. Las ciudades son donde se concentran las oportunidades, el capital y el talento, lo que lleva a importantes inversiones en infraestructura pública y privada. Las ciudades se han convertido en los principales motores del crecimiento económico, contribuyendo aproximadamente al 60% del PIB mundial[7].
La infraestructura urbana permite que muchas personas vivan en áreas relativamente pequeñas, facilitando la colaboración y los encuentros creativos, reduciendo la necesidad de movilidad y el transporte de personas y bienes, generando importantes beneficios sociales y ambientales. La naturaleza inherente de una ciudad, su capacidad para acercar a las personas, fomentar colaboraciones, atraer talento y permitir el desarrollo de capacidades y la especialización, mejora la competitividad y productividad de la sociedad.
Las ciudades también presentan desafíos significativos
Las ciudades del mundo ocupan solo el 3% del territorio, pero representan del 60% al 80% del consumo de energía y el 75% de las emisiones de carbono[8]. La calidad del aire en las áreas urbanas está afectando el entorno de vida y la salud pública. Según la ONU, desde el 2016, el 90% de los habitantes de las ciudades respiramos aire que no cumple con los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La rápida urbanización está ejerciendo presión sobre las fuentes de agua dulce y afectando la gestión correcta de aguas residuales y de los residuos urbanos. Ante la emergencia climática, las ciudades juegan un papel fundamental en el “futuro de la humanidad y la sostenibilidad a largo plazo del plantea”[9].
El proceso de urbanización en México y América Latina ha estado marcado por dinámicas de informalidad e irregularidad, lo que lleva a un desarrollo urbano ineficiente con infraestructura y servicios públicos inadecuados y rebasados, servicios de movilidad deficientes, vivienda insuficiente y no adecuada[10], destrucción de los ecosistemas naturales, y una periferia en crecimiento acelerado que genera segregación social y falta de equidad territorial[11].
La evolución de las ciudades en México
En las últimas tres décadas, las dinámicas urbanas en México han experimentado cambios drásticos. Hoy en día, hay 384 áreas urbanas en el país, 95 de las cuales tienen poblaciones de más de 100,000 habitantes. Aunque el 79% de la población mexicana vive en áreas urbanas (aproximadamente 100 millones de personas), el crecimiento urbano ha superado con creces el crecimiento demográfico. Entre 1990 y 2020, la población urbana del país creció 1.78 veces y el área total construida se expandió 2.13 veces[12]. Esta tendencia indica un patrón predominante de crecimiento horizontal expansivo de baja densidad.
La expansión urbana se caracteriza por la expansión de asentamientos urbanos más allá de los límites oficiales de una ciudad. Este patrón de urbanización ha sido caracterizado por factores que incluyen una oferta insuficiente de vivienda, inseguridad, violencia, deterioro ambiental, largos tiempos de traslado, altos costos de infraestructura, prevalencia de la economía informal, falta de provisión de servicios públicos y altos precios de la tierra[13]. A diferencia de los países desarrollados, como nuestros socios de América del Norte, donde la urbanización generalmente produce un aumento en la prosperidad económica, en muchos países en desarrollo altamente urbanizados como México, el desarrollo social y el crecimiento económico son más inciertos cuando ocurre la urbanización[14].
Entre 1990 y 2020, la economía mexicana experimentó grandes cambios económicos. México firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que evolucionó en 2018 al Acuerdo México - Estados Unidos - Canadá (T-MEC). La Inversión Extranjera Directa (IED) aumentó de un promedio del 0.8% del PIB al 2.5% del PIB después de la firma del TLCAN.
Varios estudios han señalado que los estados del sur de México no se han beneficiado del TLCAN/T-MEC debido a la insuficiente infraestructura, la falta de acceso a servicios de telecomunicaciones, la inestabilidad social y una deficiente gobernanza[15]. Esta situación ha llevado a divergencias en la distribución geográfica del ingreso y ha causado polarización dentro de la economía mexicana, particularmente entre las regiones del norte y el sur.
¿Están las ciudades mexicanas, en particular la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM), listas para el nearshoring?
Está bien documentado y confirmado por inversiones concretas, que las ciudades mexicanas son atractivas para las oportunidades del nearshoring debido a su proximidad a los Estados Unidos. México ofrece una zona horaria conveniente y distancias logísticas cortas, que brindan beneficios estratégicos. Los múltiples acuerdos comerciales de México proporcionan un entorno regulatorio favorable para la IED. Las ciudades mexicanas cuentan con una población joven y cada vez más educada.
Sin embargo, persisten desafíos para que nuestras ciudades aprovechen plenamente el potencial del nearshoring. Se reconoce ampliamente que las deficiencias en infraestructura, particularmente en transporte y conectividad digital, representan obstáculos para operaciones eficientes y gestión de la cadena de suministro. Abordar estas brechas requiere inversiones significativas en la mejora de carreteras, puertos, aeropuertos y redes de telecomunicaciones para garantizar una conectividad y eficiencia logística sin problemas. Se requiere un compromiso claro con la generación y distribución de energía limpia, la gobernanza y gestión del agua, y la acción climática eficaz.
Un tema que no se ha documentado con claridad y que demanda atención urgente es la necesidad de que las ciudades mexicanas aborden la segregación social y el crecimiento urbano desorganizado con estrategias cuidadosamente elaboradas, políticas públicas e incentivos para regular el uso de suelo y mitigar las disparidades sociales dentro del tejido urbano. El diseño e implementación efectiva de políticas e incentivos que fomenten viviendas asequibles y bien ubicadas (viviendas adecuadas[16]), la mejora de la infraestructura y los servicios, y el desarrollo de sistemas de transporte público eficientes son imperativos para promover una mayor proximidad social y cohesión urbana.
La ZMM es un buen reflejo de esta situación. Las ventajas que ofrece esta zona metropolitana son múltiples: cercanía con la frontera; un conjunto de Universidades de alto nivel; una fuerza de trabajo con capacidades avanzadas; una economía con fortalezas en la manufactura. Estos elementos ofrecen una excelente plataforma para el establecimiento de compañías internacionales que buscan aprovechar el nearshoring. Según diversas fuentes se el 76% de la inversión que busca aprovechar el nearshoring en México se está estableciendo en la ZMM o en su periferia[17]. Sin embargo, la ZMM tiene importantes rezagos en gestión de recursos naturales, en movilidad, en oferta de vivienda asequible, en planeación urbana que ofrezca condiciones de vida adecuadas a la mayoría de la población. A continuación, se señalan algunas evidencias de estos rezagos:
Expansión urbana: la ZMM se ha expandido de manera acelerada pasando de 1990 a 2020 de 2.7 millones de habitantes a 5.3 millones (1.9 veces) y de 124 km2 de superficie urbanizada a 287 km2 (2.3 veces)[18]. Los jóvenes y las familias jóvenes se establecen en la periferia ya que ahí es dónde se encuentra la oferta de vivienda asequible. En contraste, la zona central dónde se encuentran los principales equipamientos públicos en movilidad, salud, y educación, y la más alta concentración de empleos, pierde población de manera importante[19].
Movilidad: cada día se realizan 11.3 millones de viajes en la ZMM, de éstos el 44% es por razones de trabajo y el 18% por estudios. Del 2005 al 2020 los viajes en transporte público pasaron del 42% al 20.1%, los viajes en auto particular pasaron de 36.7% a 46.7%[20].
Infancias: los municipios periféricos concentran el 61% de las infancias, pero tienen el 26% de los equipamientos de salud y educación[21]. El Municipio de Monterrey con el 7% de la población infantil de la ZMM tiene uno de estos equipamientos por cada 42 infancias. Por el contrario, el Municipio de El Carmen con el 14% de la población infantil cuenta con 1 equipamiento por cada 2,468 niñas y niños[22].
Vivienda asequible: la construcción de vivienda ha caído 58% en el Estado de Nuevo León del 2015 al 2023, en ese mismo período la construcción de vivienda económica cayó en un 98.8% y la popular en un 72.9%[23].
Calidad del aire: En el 2023, la ZMM registró 194 días con mala calidad del aire generado principalmente por altas concertaciones de partículas PM10 y PM2.5[24].
Si queremos aprovechar los beneficios que ofrece la inversión extranjera, debemos actuar con inteligencia y urgencia para atender estos rezagos y que todos, el Sector Público, el Sector Privado, la Academia, las Organizaciones de la Sociedad Civil, los y las ciudadanas, comprendamos que se requieren esfuerzos profundos y sostenidos para lograr generar condiciones de proximidad, accesibilidad, inclusión y cohesión social[25]. Es posible atender esos retos y modificar las condiciones actuales, pero todas y todos debemos colaborar para revertir la situación que es insostenible desde el ámbito social, económico y medioambiental.
Estos esfuerzos deben complementarse con iniciativas para aumentar la productividad urbana a través de la educación, la innovación, la acción climática y el desarrollo económico local, equilibrando el crecimiento económico y la calidad de vida de la sociedad.
Al abordar estos desafíos y capitalizar sus fortalezas inherentes, las ciudades mexicanas y en particular la ZMM, pueden posicionarse como destinos para la inversión extranjera de alto valor agregado, lo que permitiría impulsar el crecimiento económico y la prosperidad en México y en América del Norte. [1] ONU, 2023 https://unstats.un.org/sdgs/report/2019/goal-11/
[2] ONU Habitat, World Cities Report 2022
[3] US Census Bureau, 2022
[4] Statistics Canada, 2021
[5] INEGI, 2020
[6] Fujita, Masahisa & Thisse. “Economics of agglomeration”, Journal of the Japanese and international economies (1996)
[7] ONU, 2023
[8] ONU, 2023
[9] Geoffrey West, Scale, The Universal Laws of Life and Death in Organisms, Cities and Companies (2017)
[10] ONU Habitat, “Estrategia Goblal de Vivienda para el año 2000”.
[11] A Trejo Nieto, 2019
[12] Ponce-López, Cruz-Sandoval, Peraza-Mues. Center for the Future of Cities. Tec de Monterrey (2024)
[13] CAF- Economic Commission for Latin America and the Caribbean, 2017
[14] A Trejo Nieto, Niño-Amézquita. Metropolitan economic development: the political economy of urbanization in México (2019)
[15] Esquivel et al., 2002; Rey & Sastré-Gutiérrez, 2010; Rodríguez-Pose et al., 2003.
[16] ONU Habitat, “Estrategia Goblal de Vivienda para el año 2000”.
[17] El Universl y ABC Noticias.Cuñ
[18] www.ciudadfinita.mx. Centro para el Futuro de las Ciudades, Tecnológico de Monterrey
[19] www.ciudadfinita.mx. Centro para el Futuro de las Ciudades, Tecnológico de Monterrey
[20] La fuente de los datos de movilidad es el PIMUS 2019 (Programa Integral de Movilidad Urbana Sostenible de la ZMM)
[21] Centros de salud, guarderías, preescolar y primarias.
[22] www.ciudadfinita.mx. Centro para el Futuro de las Ciudades, Tecnológico de Monterrey
[23] Registro único de vivienda (RUV)
[25] Cruz-Sandoval, Ponce-López, Peraza-Mues, Gómez-Zaldivar
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