La buena noticia que pocos cuentan: la reputación del empresariado va en ascenso

Por: Carlos Garza Herrera, Director del Centro Eugenio Garza Sada

Desde que lanzamos la Iniciativa Capitalismo Social en 2020, hemos buscado responder una pregunta común: ¿qué papel juegan hoy los empresarios en nuestra comunidad?, ¿cómo los perciben las y los ciudadanos? Para responder a esa inquietud, diseñamos la Encuesta de Percepción sobre el Empresariado del Capitalismo (EPEC), que aplicamos por primera vez en 2022 a nivel nacional. Este 2024, con enorme satisfacción, hemos podido repetirla y los resultados ofrecen una bocanada de aire fresco: hay avances claros, sostenidos, y en la dirección correcta. El esfuerzo por hacer más y comunicar mejor en beneficio de la comunidad está rindiendo frutos.

En 2022, el 65% de las y los mexicanos tenía una opinión positiva sobre el empresariado. Para 2024, esa cifra subió a 69%. Es decir, hoy casi siete de cada diez personas en el país ven con buenos ojos al sector empresarial. Cuando preguntamos por qué, la mayoría coincide: por su papel en la generación de economía, empleo y oportunidades. En un país donde las brechas de desigualdad y las incertidumbres abundan, reconocer esta labor no es poca cosa.

Otro dato revelador: la proporción de personas que reporta haber escuchado noticias positivas sobre empresarios también ha crecido. En 2022 solo el 28% decía haberlo hecho. En 2024, ese porcentaje aumentó notablemente. Y no es casualidad: se trata del reflejo de un trabajo que muchas empresas y líderes han emprendido para comunicar mejor sus acciones, generar valor real en las comunidades y asumir un rol más activo en los asuntos públicos.

En términos de confianza, el avance también es palpable. La confianza en el empresariado como sector pasó de 49% a 56%. Pero lo más potente está en el dato que a menudo se subestima: la confianza en el empleador directo alcanzó un 73%. Si esta figura fuera una institución formal, tendría niveles de confianza superiores a los de muchas instituciones públicas del país. Esta cifra no debe ser ignorada: muestra que, en lo cotidiano, las relaciones laborales pueden ser una plataforma sólida para el cambio social.

¿Hay más buenas noticias? Sí. También creció la percepción de que los empresarios contribuyen al progreso del país: del 69% en 2022 al 71% en 2024. Y aumentó el número de personas que cree que el empresariado está comprometido con reducir la desigualdad. Estos avances son señales claras de que algo está cambiando. Y aunque los brincos no son tan grandes como quisiéramos, la dirección es la correcta.

Ahora bien, si queremos que esta tendencia se acelere, debemos atender lo que más le preocupa a la ciudadanía: mejores salarios, más oportunidades para mujeres, menor corrupción y mayor compromiso con el medio ambiente. Esos son los cuatro temas que la sociedad señala con mayor claridad. Y sobre ellos deben volcarse con más fuerza las estrategias empresariales y las agendas del sector privado.

Pero, sobre todo, debemos seguir fortaleciendo el vínculo más cercano y potente que tiene una empresa: su relación con sus colaboradores. Ellos no solo confían en su empleador, sino que pueden ser los mejores aliados para amplificar el impacto social de cualquier organización.

En resumen: la imagen del empresariado ha mejorado en los últimos dos años. Y eso es una buena noticia para todos. Es señal de que los esfuerzos que hemos impulsado desde la Iniciativa Capitalismo Social, así como desde distintos organismos y empresas, están teniendo un impacto positivo. También es un recordatorio de que no debemos bajar la guardia. Construir desarrollo económico y social de manera paralela sigue siendo el gran objetivo. Y vamos en camino.